Muebles románticos actuales: La perfecta unión entre elegancia y modernidad

Hay una cosa que está clara, y es que el romanticismo nunca morirá, por mucho que se intente, siempre todo lo relacionado con lo romántico es bonito, aunque eso sí, aunque no muera, como el resto de cosas a nuestro alrededor, evoluciona. Por lo tanto, aquellas decoraciones románticas de siglos pasados, con muebles estrambóticos y excesivos, llenos de detalles y sábanas de seda en unas camas enormes, probablemente ya esté bastante pasado de moda. Pero eso sí, ahora puedes decorar tu hogar de una forma moderna sin dejar de lado ese romanticismo tan necesario y que tanto te gusta.

Porque, admitámoslo, lo moderno ahora es considerado vintage, por ejemplo, si vamos a una cafetería moderna, es probable que nos encontremos que está decorada con muebles de madera desgastados, de madera clásica y con sillas de mimbre. Sin duda le dan un toque diferente a las típicas cafeterías y la verdad es que tiene su romanticismo. Por eso, hay mucha gente que quiere decorar su casa de la misma manera. Una de las opciones que más se utiliza son los colores claros, incluso todo blanco, dando esa sensación pulcra y romántica que se está buscando, aunque existen bastantes opciones dentro de este estilo.

Salones románticos y modernos

A lo mejor tu salón no es muy grande o por el contrario tienes mucho espacio y no sabes qué hacer con él. No importa, porque hay muchas ideas que pueden servirte y nosotros te vamos a decir algunas para que lo valores.

Por ejemplo, uno de los materiales que más se usa en esta clase de salones son los muebles de madera. Sin duda tienen ese estilo romántico que estamos buscando, además de estar muy de moda. Por supuesto el material de los muebles que más se usa es la madera, ya que siempre da ese aspecto que buscamos, es bonita, pueden tener la forma que deseas y además tiene mucha durabilidad.

También para crear ese ambiente que buscamos, quizá sea importante buscar cierta simetría, tanto en los sofás con una mesa en el centro, como, por ejemplo, las estanterías que coloquemos en el salón.

No hay que olvidar que una lámpara de techo siempre dará ese toque vintage y romántico tan buscado, aunque siempre podemos complementarlo con lámparas de pie o de mesita, que suelen gustar bastante a todo el mundo.

También podemos buscar este aire para las ventanas, con cortinas de diseño o estores de lino, que ayudarán a crear esa sensación. Luego ya depende un poco de tus gustos, por ejemplo y como comentábamos, todo lo que sea colores claros ayudará a la visión de romanticismo, aunque los colores pastel y de color marrón también quedan muy estéticos en la decoración.

A todo esto, si quieres que definitivamente tu casa tenga un aire tanto romántico como moderno, puedes añadir luz led para crear ese contraste de tiempos, muebles de madera con luces modernas, sillas que parecen de otro siglo con luces del futuro para remarcar todo ese ambiente tan interesante como acogedor, evocando un montón de sensaciones que te encantarán.

Shabby Chic: Descubre las claves de este encantador estilo decorativo

El Shabby Chic es uno de los estilos más de moda a día de hoy en decoración e interiorismo. Encontramos sus orígenes en la Gran Bretaña del siglo XIX, en particular en las enormes casas de campo victorianas tan características de la época. Los rasgos más distintivos de esta línea estética son el romanticismo, la nostalgia y la sofisticación que desprenden sus atmósferas, sensaciones obtenidas gracias a la predominancia de colores suaves y pastel, así como al tratamiento al que son sometidos los muebles y los elementos decorativos utilizados.

Abundan las pátinas desgastadas, las superficies decapadas, las piezas recicladas y/o restauradas, etc., así como las tapicerías y texturas florales. La suma de estos elementos empaña el conjunto de un encantador y embriagador tono decadente. Hablamos de un estilo vintage, sí, pero del vintage más romántico que pueda concebirse en la actualidad (sin llegar a caer, claro, en extremos histriónicos y de mal gusto). La carga sentimental del Shabby Chic se desprende de cada uno de los poros de las piezas utilizadas para decorar una estancia. 

Shabby Chic y Cottage: Estilos similares pero no idénticos

La principal diferencia entre el estilo Shabby Chic y el look Cottage británico (con el que comparte infinidad de similitudes) es que este último tiende a buscar reminiscencias rústicas más acusadas, así como guiños continuados a la naturaleza. Para ello, el Cottage, además de utilizar muchos de los recursos que a continuación veremos con más detalle, vira su paleta de colores hacia tonalidades un tanto más oscuras (como los verdes, los marrones, los grises o los beige-casi-amarillentos), buscando el contraste de las mismas con el omnipresente blanco y los pasteles más sutiles (que todo lo pueden y ocupan en el Shabby Chic).

En ciertas ocasiones, el Cottage llega a introducir la piedra (en chimeneas o en los acabados de las infraestructuras, por ejemplo), para que la presencia de la naturaleza sea más palpable. En definitiva, puede decirse que el estilo Shabby Chic es un rústico más fino y de línea provenzal más marcada si cabe que en el Cottage.

Muebles y materiales propios del Shabby Chic

Sin lugar a dudas, la madera es el material protagonista del estilo Shabby Chic, siendo el hierro su principal aliado para componer piezas de un encanto retro sin parangón. Mientras que la madera es utilizada (y reutilizada) para la elaboración de prácticamente la totalidad de los muebles (sometida, como apuntábamos con anterioridad, a procesos que la doten de aspecto envejecido), el hierro aparece en cabezales, marcos o espejos. Los muebles son en su mayoría clásicos y de formas y acabados redondeados, aunque, en ocasiones y dependiendo de cada interiorista, estos pueden apuntar líneas un tanto más modernas y sofisticadas (de ahí el ‘chic’ que forma parte de la denominación de este estilo).

Por otra parte, y en referencia a los elementos ornamentales, encontramos gran cantidad de piezas confeccionadas con fibras naturales (cestas, macetas y sillones de mimbre, por ejemplo). Asimismo, la cerámica es otro de los materiales que más se presta a la decoración Shabby Chic, y a menudo aparece cubierta o atravesada de pequeñas y preciosistas flores, uno de los iconos por antonomasia de este estilo tan en boga.

Texturas y colores protagonistas

Como decíamos, los colores en tonos pastel (azules cielo, rosas, violetas y verdes pálidos, etc.) juegan un papel crucial en la consecución de esa nostalgia y placidez características del Shabby Chic, siempre sobre un fondo blanco. Ello dota a los espacios de una amplitud y luminosidad notables, un detalle que hace que este estilo haya podido adaptarse a viviendas de dimensiones medias e incluso reducidas, trasladándose desde las grandes estancias victorianas de sus orígenes hasta las casas y pisos contemporáneos.

Las texturas con cuerpo protuberante, pobladas de encajes y bordados (que nunca se alejan de la paleta de colores mencionada), se hacen notar, siendo los estampados florales los que más predominan en la ornamentación, sobre todo en las telas (cortinas, colchas, manteles, etc.) y los papeles pintados de las paredes y en aquellos que sirven para recubrir muebles de madera. Nos referimos a los famosísimos estampados Liberty, que los almacenes londinenses del mismo nombre pusieran tan de moda a finales del siglo XIX y comienzos del XX.

Ideas y recomendaciones para acertar con los muebles de tu salón

Dado que el salón es una de las estancias del hogar en la que más tiempo solemos pasar, puede decirse que la elección de los muebles y de la decoración del mismo será determinante para vehicular el estilo que hayamos seleccionado como protagonista de nuestra casa. Así, aunque decidamos decorar alguna de las otras habitaciones de un modo distinto (por ejemplo, el cuarto de los niños o la cocina), el salón siempre será el eje a partir del cual construyamos la identidad estilística que sirva de nexo común entre todas ellas.

En la actualidad, las posibilidades a nuestro alcance son tantas que la labor de decantarse por un estilo u otro no resulta nada sencilla. En Tub-Noves Formes, además de realizar muebles a medida (en especial de madera, material en el que somos expertos y que llevamos trabajando desde hace más de cuarenta años), podemos asesorarte con la elección del mobiliario que más se adecue a la idea que tengas en mente. Con todo, a continuación te ofrecemos una serie de consideraciones que te ayudarán a seleccionar aquellas piezas que mejor casen con la personalidad de tu hogar, que, a la postre, no es sino reflejo de la tuya propia y la de tu familia.

El tamaño de tu salón

Sin lugar a dudas, el tamaño de tu salón es uno de los elementos que más va a condicionar la elección de tu mobiliario. Si tu estancia es de dimensiones medias o reducidas, te recomendamos que grabes a fuego en tu cabeza tres conceptos: simplicidad, minimalismo y funcionalidad. Es decir, que para aprovechar al máximo cada metro cuadrado de tu salón deberías apostar por la desnudez como máxima. Dicho de otro modo, menos es más. La colocación de pocos muebles y una decoración poco o nada abigarrada te proporcionará una mayor sensación de amplitud. Esta se verá favorecida si, además, el mobiliario que ocupe el centro de la estancia es de baja altura (la mesa de centro, las sillas, etc.).

Asimismo, intenta que, en la medida de lo posible, los muebles sean versátiles y sirvan, además de para decorar y cumplir su función natural, albergar objetos de uso no cotidiano. Es decir, que puedas almacenar en ellos objetos u otros muebles cuando la ocasión lo requiera (visitas, limpieza, etc.). Este detalle es especialmente importante si convives con niños, ya que en no pocas ocasiones tu salón se asemejará más a un campo de batalla que a un lugar en el que apetezca sentarse o tumbarse plácidamente a leer un libro. Y, además de esta capacidad de almacenaje, nuestra recomendación es que elijas muebles, si no modulares, al menos sí que sean de fácil traslado. De este modo, te costará muy poco tanto ordenar y limpiar como, en caso de que te canses de la disposición del mobiliario en el futuro, darle un lavado de cara a tu comedor con tan solo alterar la ubicación de las piezas.  

Los colores claros como máxima

No es casualidad que los colores en tonos claros estén de moda: además de propiciar una atmósfera más sosegada, favorecen la sensación de amplitud, por lo que son ideales tanto para salones grandes como para aquellos de dimensiones reducidas. Eso sí, no debes confundir ‘colores claros’ con ‘exclusividad cromática’: una estancia en la que el blanco (o un único color) ocupe todos y cada uno de los rincones ofrecerá una sensación notablemente incómoda, tanto para quienes pasen mucho tiempo en ella como para los visitantes ocasionales. Nuestro consejo es que te decantes por una gama cromática determinada (partiendo del beige, del gris claro, del arena, de un determinado color pastel o, claro, del propio blanco) y juegues con ella repartiéndola entre los distintos muebles y elementos decorativos.

Esto otorgará a tu salón una sensación mucho más acogedora (menos aséptica) y, además, te permitirá la futura y sencilla inclusión de nuevas piezas sin que estas desentonen con el conjunto. Uno de los materiales que más se presta a esta serie de consideraciones es la madera (ya sea en su estado natural, decapada, etc.), que podrás combinar fácilmente con acabados lacados, elementos de cristal o forjados para que el contraste cromático sea más rico y de él se desprendan esos matices personales que reflejen tu identidad y la de los tuyos.